Casa Rural Sharíqua - Xèrica, Castellón

estrella G.

Ana se deshizo en atenciones. La casa bonita, fresca, con muchos detalles como las flores y las plantas por todos los rincones. Y una surtida biblioteca! Limpio todo de 10 y cama y almohadas muy cómodas. No hay televisión ni falta que hace porque en cuanto abres el balcón las vistas te hechizan y ya no quieres mirar otra cosa ni escuchar algo que no sea ese silencio. Privacidad y mucha quietud. Encima, un entorno bellísimo para todo tipo de actividades.

Dolores R. C.

Hemos pasado un finde de tranquilidad en un sitio encantador
Decir a Anna que es una anfitriona muy atenta en todo, nos a cuidado en todos los detalles. La habitación que nos tocó nos encantó, la cama grande y muy cómoda, por decir algo el nórdico era un poco grueso. El desayuno muy completo, no faltó de nada. Los dulces caseros a destacar. El camino para llegar un pequeño trozo era sin asfalto, pero Ana lo explica muy bien. Es todo naturaleza y si sales a la pequeña terraza de noche puedes ver el pueblo con su luces y disfrutar de esa imagen. Gracias Ana por ese trato tan familiar

JM J.

El sitio es ideal, la única pega, que está algo alejada del pueblo, pero lo compensan las vistas del mismo, que son ¡Espectaculares! La decoración de la casa, a nuestro entender, tiene mucho gusto. Respecto a la restauración, en la casa sólo se puede desayunar, unos días antes, cuando ya has reservado, te mandan un correo electrónico, donde te preguntan tus preferencias para desayunar, y, eso sí, el desayuno fue con todo lujo de detalles, y muy bien presentado .
Para comer, la dueña nos indicó un restaurante en el pueblo, "El Rullo", donde comimos una paella del señoret, muy buena.

Sarah S.

Fue un fin de semana hermoso, la casa es como enseña en las fotos y Anna es la mejor anfitriona! Se puede ir caminando al pueblo y Anna también tiene las mejores recomendaciones de ruta en los alrededores. Ah, el desayuno que prepara Anna es delicioso! Recomendado al máximo, volveremos!

Raquel

Alojarnos un fin de semana en Sharíqua ha sido todo un acierto. Una casa rural preciosa, donde Anna y Vicente han cuidado todo detalle tanto por dentro como por fuera, pues la casa respeta la naturaleza y se mimetiza con ella, convirtiéndolo en un lugar idílico. Ni qué decir de lo cómodos y encantados que hemos estado con la habitación, que además de estar decorada con un gusto ejemplar, tenía unas vistas maravillosas al pueblo y a la montaña. Por último me gustaría destacar los desayunos, ¡espectaculares! Todo riquísimo y casero, pudiéndolo disfrutar junto al calorcito de la chimenea, el hilo musical suave de fondo y las mejores vistas a Jérica. Encontrar un sitio así ha sido todo un regalo para nosotros, y sin duda, repetiremos!!

Sara L.

Decir que todo ha sido increíblemente perfecto se quedaría corto... Casa shariqua es una experiencia que hay que vivir... Empezando por Anna la anfitrióna que te mima como si fueras de la familia, sus manos a los fogones no tienen precio, la mejor cena y los mejores desayunos que hemos tomado jamás, todo completado con unas vistas panorámicas a Jérica, luz velas y musica jazz suave... Para embelesarse! Las habitaciones son comodísimas y la cama tan mullidita que te cuesta despegarte de ella! Todo de 10! Recomendamos que pidáis cena en la casa, toda la carta es excelente y las mermeladas Caseras de Ana son una delicia para llevarse a casa! Cualquier información que se necesite Anna y Vicente están encantados de dartela y nos recomendaron unas rutas maravillosas... En resumen un 10 a todo!

Juan F.

El lugar es maravilloso. Todas las habitaciones tienen vistas a Jérica desde una terraza o balcón estupendos. Desde el mismo hotel puedes bajar a Jérica andando en 10 minutos.
Anna es fantástica, se conoce muy bien el entorno y sabe recomendar los mejores planes para que aproveches cada día. Gracias a ella hemos descubierto una zona preciosa. Volveremos a buscar esa "torreta". El desayuno es delicioso, se nota el mimo y detalle, muy recomendable.

Además Anna es muy meticulosa con los protocolos Covid, lo que es de agradecer en estos tiempos.

Esteban C. T.

Cuando sales de fin de semana lo que esperas es que te sirvan, pero aquí lo que sientes es que te acogen. El interior y el exterior de la casa tienen detalles solo propios de quien disfruta cuidándola. Con Anna la comunicación ha sido cálida y muy agradable, pero siempre respetando nuestra intimidad y sin explicaciones excesivas. Las vistas y el entorno son maravillosos, por supuesto, pero es el trato y el desayuno (una experiencia de productos caseros) lo que la convierte en mi mejor experiencia en una casa rural de la Comunitat.